Este caso de accidente automovilístico destaca el impacto duradero que un accidente automovilístico aparentemente menor puede tener en la vida y el sustento de una persona. Lo que inicialmente parecía ser un pequeño golpe de guardabarros resultó en una cascada de consecuencias imprevistas.
Caso del cliente
Un instructor de karate de 32 años con una afección de espalda preexistente se vio involucrado en un accidente automovilístico en el condado de Nassau y se lesionó el cuello y la espalda. Tres años más tarde, mientras trabajaba como repartidor del New York Times, sufrió otro accidente en Manhattan, lo que empeoró su estado de espalda. Se sometió a una cirugía de artrodesis vertebral y reclamó una reducción futura de sus ingresos, ya que ya no podía trabajar como conductor sindical. Su caso se resolvió tras dos sesiones de mediación seguidas de una conferencia previa al juicio en el Tribunal Supremo del condado de Rockland.
Este caso, que culmina con un acuerdo de $1,200,000, ejemplifica las complejidades de la ley de lesiones personales, particularmente cuando se trata de condiciones preexistentes y accidentes múltiples. A pesar de los desafíos que plantea este caso, como demostrar el alcance de las lesiones atribuibles a cada accidente y determinar la pérdida de ingresos futuros, nuestro dedicado equipo luchó incansablemente para garantizar un resultado favorable para nuestro cliente. Si tiene una afección preexistente, póngase en contacto con nuestro equipo legal. Estamos aquí para guiar las complejidades del sistema legal y luchar por una compensación justa.