Nuestros pies son la base de nuestra movilidad, y confiar su cuidado a un podólogo debe inspirar confianza, no miedo. Sin embargo, los casos de negligencia podológica ponen de relieve las devastadoras consecuencias que pueden surgir cuando los profesionales médicos no cumplen con los estándares de atención.
Caso del cliente
Un podólogo no diagnosticó ni trató agresivamente el síndrome de dolor regional complejo (CRPS). Realizó dos cirugías cuestionables que inflamaron la afección en lugar de ayudar. Superamos la defensa de que la afección crónica y dolorosa de nuestro cliente era un resultado natural del CRPS y no tenía absolutamente nada que ver con nada de lo que el podólogo hubiera hecho mal. El caso se resolvió en espera del juicio.
Si se encuentra en una situación similar, póngase en contacto con nosotros para una consulta gratuita. Le ayudaremos a obtener una compensación justa.